Una comida que regocija el alma y trae recuerdos a nuestra memoria son las costillas de cerdo estofadas. Este plato es muy de las abuelas, esa comida que hacían un domingo para reunir a la familia. Y no hay nada más delicioso que eso.
En esta receta agregamos un toque especial y son las guindillas (también conocidas como ají, chile o pimiento picante) y el ajo, para aquellos paladares amantes del picante. Este caldo reconfortante hará que todos los amantes de los guisos lo quieran replicar cualquier día de la semana.
La preparación es perfecta para un buen almuerzo, ya que contiene suficientes calorías y se puede acompañar con un arroz suelto para aprovechar el caldo pero eso lo veremos más adelante.
Ahora, prepara los ingredientes, colócate el delantal y vamos a comenzar con la receta.
Receta de costillas de cerdo estofada con guindillas y ajo
Ingredientes
- 1.5 kg de costillas de cerdo
- 6 guindillas rojas
- 8 dientes de ajo en láminas
- 2 cdas de aceite de oliva
- 2 vasos de vino tinto
- 3 vasos de caldo de carne
- 1 ramita de romero fresco
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración paso a paso
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva y dora las costillas por todos los lados.
- Una vez doradas, agrega los ajos en láminas y las guindillas, permitiendo que se mezclen los aromas.
- Vierte el vino tinto y deja que reduzca a fuego medio.
- Agrega el caldo de carne y la ramita de romero, llevando la mezcla a ebullición.
- Reduce el fuego, tapa la olla y cocina a fuego lento durante 2 horas y 25 minutos, permitiendo que las costillas se cocinen lentamente y el caldo se impregne de sabores.
Nutrition
Tips para unas costillas de cerdo estofadas espectacular
- Si deseas agregar un poco de potencia a este plato, cuando falten unos 30 minutos para que esté listo el estofado puedes agregar frijoles cocidos a la preparación. Aumentarás un poco las calorías pero valdrá toda la pena del mundo.
- Si deseas que el caldo tenga una consistencia más densa, espésalo con una cucharada de harina disuelta en agua o fécula de maíz.
- Puedes ajustar la cantidad de guindillas a tu gusto, si deseas menos picante puedes agregar solo 3 o 4 a la receta.
- Marinar la carne durante al menos 4 horas en una mezcla de aceite de oliva, ajo picado, guindillas, romero y una pizca de sal potenciará los sabores.
- También puedes optar por cortes de cerdo con grasa marmoleada, como la paleta o el cuello, tendrás más sabor.
- Recuerda que la elección de las guindillas es importante. Por ejemplo, unas guindillas más secas intensificarán el sabor. Si no deseas demasiado picante, mejor agregar guindillas frescas.
- Agrega ingredientes como champiñones, tomates secos o ciruelas pasas, proporcionará un toque único.
- Para mayor sazón, te invitamos a hacer el caldo de carne casero son nuestra receta.
- La clave de un gran estofado es la paciencia. Cocina a fuego lento para permitir que los sabores se mezclen y la carne se vuelva tierna y jugosa.
Acompañamientos ideales
Ahora sí, iniciando esta receta te asomamos cual podía ser una buena guarnición para este estofado pero vamos por más.
Por supuesto, de primer lugar tenemos un arroz blanco, cocinado en solo 20 minutos, suelto y delicioso.
Un clásico puré de patatas complementará la textura del estofado. Agrega mantequilla y un toque de ajo para un sabor adicional.
Si quieres agregar vegetales a la comida, puedes hacer vegetales asados como brócoli, zanahorias y calabacines asados. Aportan frescura y un contraste muy delicioso.
Un buen estofado combina espectacular con una pasta, que atrape bien la salsa. Puedes hacer penne, fusilli o espagueti. Y si es pasta hecha en casa, mejor todavía.
Más recetas de cerdo
Nos encanta el cerdo, porque es una proteína muy versátil para casi cualquier preparación y en Comedera tenemos múltiples recetas para que prepares y te conviertas en todo un cocinero.
Siguiendo en la línea de los estofados, una rica sopa de costillas de cerdo con verduras, es una opción imperdible. Si quieres algo más contundente, puedes preparar chuletas de cerdo al horno, costillas de cerdo al horno con miel y mostaza o unas chuletas de cerdo con mango, con mucha frescura.
Si eres de los arriesgados, unas costillas de cerdo estofadas con chocolate, una imperdible fusión de sabores.