Prepara esta coliflor al horno con ajada de una manera muy sencilla. Te enseñamos todo sobre su preparación en Comedera.
Nuestro ingrediente principal es uno de los vegetales más deliciosos y beneficiosos para la salud. Su suave textura al cocinarse y su tierno sabor lo han convertido en uno de los favoritos de muchos. Lo mejor de esta verdura es que se puede adaptar a cualquier receta. Va muy bien en un arroz, en pasta, en croquetas, al horno, gratinado, salteado, y como la opción que te traemos hoy.
La coliflor al horno con ajada, consiste en hornear la verdura y bañarla con un aderezo hecho con mantequilla, ajo y perejil. La fusión de sabores y textura es espectacular.
Esta comida es ideal para personas vegetarianas, veganas o que simplemente desean comer más sano. Además, este vegetal te aportará muchas vitaminas.
¡Iniciemos!
Coliflor al horno con ajada, receta fácil
Ingredientes
- 1 coliflor pequeño
- 3 dientes de ajo
- 1 cda de mantequilla
- 3 cda de aceite de oliva
- 2 cda de perejil troceado
- 1/4 cda de tomillo
- Sal y pimienta al gusto
- Aceiete de oliva al gusto
Elaboración paso a paso
- Precalienta tu horno a 180° C.
- Vamos a iniciar nuestra receta, cortando el coliflor en rodajas de 2cm aproximadamente.
- Luego, le añadirás sal y pimienta al gusto. Le esparcirás el tomillo y aceite de oliva, la cantidad de tu preferencia.
- Coloca tus rodajas de coliflor en una bandeja y hornea por 25 minutos aproximadamente.
- Mientras tu coliflor se cocina, vamos a preparar la ajada. Para ello, vas a filetear el ajo.
- Ahora, procede a calentar un sartén con las cucharadas de aceite de oliva y la mantequilla. Mezcla hasta que se derrita.
- Incorpora los dientes de ajo y vas a saltear por aproximadamente 5 minutos o hasta que estén doradas. No dejes quemar ni dorar al extremo.
- En ese punto, añade las cucharadas de perejil troceado, mezcla y apaga. Debe quedarte como una salsa.
- Cuando tus rodajas de coliflor estén horneadas, las bañarás con la ajada y podrás disfrutar.
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Contornos perfectos para tu coliflor al horno con ajada
Esta alternativa, la puedes comer sola o servir como una entrada o aperitivo. Pero, también puede ser la guarnición perfecta en platos principales y acompañar a una buena carne como un ribeye a la mantequilla, milanesa de pollo, T-Bone, chuletas de cerdo, pescado al horno, o como una comida para disfrutar de una cena muy saludable.