¿Estás buscando una salsa cremosa que puedas hacer en poco tiempo? Entonces la salsa holandesa es todo lo que estás buscando y mucho, mucho más.
Fácilmente podríamos pensar que la salsa holandesa nació en Holanda, pero entre la comunidad culinaria se determina su origen en Francia.
Originalmente se conocía como Salsa Isigny, llamada por un pequeño pueblo en la región de Normandía que era muy famoso por su mantequilla y su crema.
Aunque la fecha exacta de su creación es desconocido, podemos encontrar la salsa Isigny en libros de principios del siglo XIX. Fue hasta el siglo que XX que la salsa holandesa llegó a la lista de las salsas madre, gracias al chef y escritor culinario Georges Auguste Essoffier.
Hoy te queremos compartir el paso a paso para prepararla, sin complicaciones. No importa si eres un pro de la cocina o apenas estás comenzando, esta receta se debe hacer por lo menos una vez en la vida. Así que manos a la obra.
Cómo hacer una deliciosa salsa holandesa
Ingredientes
- 3 yemas de huevo
- 1 cda jugo de limón
- 1 cdta mostaza de Dijon
- ¼ cdta sal
- pizca pimienta cayena
- ½ taza mantequilla sin sal
Elaboración paso a paso
- En un bowl de vidrio, apto para microondas, derrite la mantequilla por 1 minuto. Asegúrate de tapar el recipiente porque puede salpicar.
- Agrega las yemas de huevo, el jugo de limón, dijon, la sal y la pimienta de cayena en la licuadora de alta potencia y mezcla durante 5 segundos hasta que se incorporen los ingredientes.
- Con la licuadora funcionando a velocidad media/alta, vierte lentamente la mantequilla caliente en la mezcla hasta que esté emulsionada.
- Vacía la salsa holandesa en un tazón y sirve caliente.
Nutrition
Mark Miller/Wikimedia
¿Se te cortó la salsa holandesa?
La clave para que la salsa tenga la consistencia correcta, es que la mantequilla esté realmente caliente y no solo derretida.
Pero si tu salsa se cortó, no entres en pánico y prueba alguno de estos métodos para arreglarla:
- Agrega 1-2 cucharadas de agua caliente, poco a poco mientras licúas la mezcla.
- Agrega 1 yema extra y 1 cucharada de agua caliente a la licuadora mientras esté encendida y espera a que adquiera la consistencia correcta.
¿Te sobró salsa holandesa? ¡Guárdala!
Aunque la salsa es mejor servirla fresca, podemos reutilizarla un día después, pero hay que tener mucho cuidado al calentarla.
- Microondas: en un recipiente de vidrio, apto para microondas, coloca tu salsa y calienta por incrementos de 15 segundos hasta que la salsa esté caliente de nuevo.
- Estufa: Sirve la salsa en una olla a fuego bajo. Agrega un pedacito de mantequilla y agua para que emulsione de nuevo y adquiera la textura suave que la caracteriza.
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