
Hoy vamos a preparar la receta tradicional de buñuelos de viento, como esos que hacen las abuelitas.
¿Quién no ha probado este plato típico de Semana Santa? Yo adoro la textura tan esponjosa que tienen, esa que hace que efectivamente pienses que estás comiendo una mezcla de masa (deliciosa) mezclada con aire. Y esto no está tan lejos de la realidad, porque efectivamente, cuando los buñuelos se cocinan, su masa crece considerablemente.
Por cierto, yo siempre asocio estos buñuelos con Semana Santa, pero también son típicos de la Cuaresma y del día de difuntos. Sin embargo, para muchos se consumen frecuentemente en casa y ya han dejado de ser un plato estacional.
Receta de buñuelos de viento tradicionales
Hoy vamos a preparar la receta de buñuelos de viento tradicionales de Semana Santa, explicada paso a paso para que les resulte muy fácil y les queden perfectos al primer intento.

Cómo hacer buñuelos de viento
Ingredientes
- Agua natural
- 5 cucharadas de mantequilla
- 1 limón fresco
- Sal
- 1 1/2 tazas de harina de trigo
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de levadura química o polvo de hornear
- 4 huevos
- Azúcar en polvo adicional o azúcar glass
- Aceite de sabor neutro como canola, maíz o girasol
Elaboración paso a paso
¿Cómo se hace la masa para buñuelos de viento?
- Para comenzar, nos ocuparemos del limón. Lo lavaremos bien y le quitaremos la piel, que es la parte que utilizaremos para esta receta. Podemos guardar el resto para utilizarlo en la preparación de otro plato. De momento, reservaremos la piel que venimos de separar.
- Luego, en un recipiente mezclaremos la levadura el polvo y la harina, usando un tenedor. Haremos esto con el objetivo de evitar que la primera se quede concentrada en una parte de la mezcla y que nuestro postre se esponje irregularmente.
- Para continuar, vamos a necesitar una buena olla anti adherente. Tendremos que para calentarla y fundir, muy rápidamente, la mantequilla. Hay que ser rápidos para no dejar que esta se oscurezca, lo que cambiaría su sabor.
- Enseguida, añadiremos 250 mililitros de agua, la piel del limón que hemos preparado previamente, el azúcar y una pizca de sal. Mezclaremos todo bien y dejaremos que se cocine. Hay que esperar a que este líquido comience a hervir.
- En este punto, vamos a retirar el limón, para luego agregar la harina y a revolver con mucha rapidez. El objetivo es que no se formen grumos. Hay que asegurarnos de mezclar bien todo y obtener una pasta uniforme. Entonces, sacaremos la olla del calor.
- Pasada esta etapa, tendremos que ser un poco pacientes. ¿Por qué? Pues, porque nos falta mezclar los huevos, pero nuestra mezcla está tan caliente que si los añadimos ahora, probablemente se cocinarían con el calor, y no queremos obtener una pasta dulce con huevos revueltos. Así que podemos irnos unos cuantos minutos a encargarnos de alguna otra cosa, mientras dejamos la olla destapada.
- Cuando la pasta esté un poco más fría, comenzaremos a añadir los huevos. Haremos esto de uno en uno: es decir, agregaremos el contenido de un huevo, mezclaremos hasta que esté perfectamente mezclado con la pasta y entonces, repetiremos el proceso con el siguiente, hasta que se acaben.
- En este punto hay quienes dejan reposar la mezcla, para que agarre más cuerpo. Está bien si puedes hacerlo y dejarla descansar durante algunas horas, pero si no, tampoco es el fin del mundo. El resultado funcionará, aunque tu masa ganará menos tamaño, o “viento” con la cocción.
¿Cómo se cocinan los buñuelos de viento?
- Ahora necesitaremos un sartén de buen tamaño para cocinar nuestros buñuelos de viento. También necesitaremos dos platos que dejaremos preparados para ayudarnos con el proceso de fritura. En uno, vamos a colocar una hoja de papel absorbente extendida, para retirar el exceso de los buñuelos una vez los saquemos del aceite. En el otro plato, vamos a esparcir una capa de azúcar, para cubrir cada buñuelo.
- Con nuestro sartén y platos ya preparados, procederemos a calentar con un buen chorro de aceite (no es el momento de hacer economías de este ingrediente). Le daremos forma de bolitas a la masa, ayudándonos con unas cucharas, de preferencia.
- Cada vez que posemos una en el aceite, debemos asegurarnos de que quede un buen espacio de separación con la más cercana, para que no se peguen cuando cambien de tamaño. Entonces vigilaremos que se vayan dorando por toda su superficie. Para esto, iremos moviendo cada buñuelo con una espátula de cocina.
- Al sacar cada buñuelo, lo pasaremos primero por el papel absorbente y luego, lo pasaremos por el azúcar, moviéndolo para esta se pegue por toda su superficie.
- Eso es todo. Tus buñuelos de viento ya están listos.
Consejos para preparar los buñuelos de viento
- Como comentaba antes, el resultado de la receta será mejor si puedes dejar reposar la masa una vez que esté lista. Idealmente, deja que descanse por un mínimo de dos horas.
- En lugar de hacer hervir la leche con la piel del limón completa, puedes rallarla primero. En ese caso, no tendrás que retirarla para incorporar la harina, y los trocitos de ralladura harán más intenso el perfume de la masa.
- Hay quienes añaden un poco de canela a la masa, o mezclan canela con el azúcar para cubrir los buñuelos. Puedes probar ambas opciones si eres fan de esta especia.
- Respecto al azúcar, hay quienes simplemente no agregan este ingrediente a la masa de los buñuelos, sino que la reservan para la cobertura final. Puedes hacer esto si quieres disminuir un poco las calorías, pero para mi gusto, tus buñuelos quedarán muy “serios”.
- Si quieres darle más sabor a la masa, puedes agregar un poco de extracto de vainilla.
- En lugar de hacer los buñuelos redondeados, también puedes darle la forma de “flor” tradicional. Para esto, tendrás que ayudarte con un molde de pastelería con dicha figura.
- En lugar de hacer los buñuelos de viento solitos y “clásicos”, puedes aventurarte a rellenarlos con nata o con nuestra receta de crema pastelera.